Tennessee se ha convertido en líder mundial de la industria de cáñamo durante los últimos años, al velar por la protección y el progreso de sus productores, defendiendo y promoviendo políticas justas (y de sentido común).
Así lo comprobamos el pasado miércoles 20 de Noviembre, en una actividad para recaudar fondos destinados a dar soporte a los productores en la etapa de cosecha del cáñamo, organizada por Tennessee Growers Coalition (TGC), un comité de acción política no partidista que trabaja junto a los legisladores que apoyan el cultivo de hemp en este estado.
Unos días antes todo se acomodó solo para hacer posible nuestra asistencia. Nos citaron el mismo miércoles entre 4:45- 5:00 pm, así que salimos del IHAM 2019 en Franklin hacia Spring Hill a las 4:00 pm, después de entrevistar al productor español de miel que vive en California (y anteriormente en Las Vegas), y que tiene un amigo con un bar en Costa Rica, cuyo nombre no quiero acordarme.
Llegamos a las 4:40 pm, con tal de no ser recordadas como las típicas ticas que llegan tarde a todo. El lugar elegido para la actividad fue Allen Brooke Farms, simplemente espectacular, y parecía que había nacido especialmente para esa fecha.
Aunque no sabíamos qué tipo de ayuda necesitarían, íbamos a darlo todo por la causa. Nos recibió muy amablemente una de las voluntarias, ¡Ro! También nos topamos a Emily, parte del equipo de la comisión de TGC. Lo primero que hicieron fue darnos pines que nos identificaban como parte del staff y seguidamente nos dirigieron al cuarto que usualmente usan las novias para prepararse, donde pudimos dejar nuestras pertenencias.
Desde ese momento todo empezó a parecer un sueño. Bajamos y finalmente conocimos a Kelley, la directora ejecutiva y experta en lobbying del TGC. Nos dio una cálida bienvenida y ¡manos a la obra!
Poco a poco otros voluntarios iban llegando y todo iba cobrando vida. Las cocineras llenaron sin cesar las mesas decoradas a la perfección con platillos que pudimos degustar al final de la noche, y dar fe de que estaban tan buenos como su aspecto lo decía.
Hubo grandes sorpresas. Primero llegó Sadie, de Optimara, la conocimos el día anterior y celebramos como si nos conociéramos de toda la vida. Lo mismo le pasó a ella cuando reconoció a una de sus clientes, que también estaba terminando de armar el bar de flores fumables que había donado su marca Southern Sun Growers. Se trataba nada más y nada menos que de Christie, la cofundadora de Yuyo Botanics, encargada ahora también del mercadeo de Canvast, una empresa que brinda servicios completos para el cultivo del cáñamo.
El famoso bar de flores no solo contaba con “pre-rolls” de diversos tipos de CBD, sino que hicieron debut ante muchos los de CBG. ¿Cuál es la diferencia? - pregunté - (ya que hasta hace poco había empezado a escuchar de él).
“You gonna feel more like a body high…”, suficiente información para irme contenta con mi primera muestra, ya que estoy de acuerdo con lo que comentaron por la fogata: el CBD nos mandaría a dormir.
Aunque lo primero que pregunté fue: ¿Cuánto cuestan? Y me respondieron: ¡Oh, no, son gratis! Y agregaron que más tarde podríamos volver para que nos enrolaran uno con el capullo que más nos gustara (cuando llegara la picadora/grinder). Difícil de creer.

Una vez lleno el lugar con los invitados a participar en la subasta de productos de patrocinadores, era hora de seguir con el programa. Kelley dio las primeras palabras y anunció buenas noticias para la industria, que se pueden encontrar en el sitio web del comité.
Seguidamente la senadora Janice Bowling, del partido Republicano, se hizo presente con un mensaje muy determinante y motivador. Mi parte favorita fue cuando recalcó que el azúcar y la harina son puro veneno.

El transcurso de la noche fue musicalizado por el grupo de buenos chicos de The Smoky Nights. Con bebidas infusionadas con CBD para todos y un cuarto de fumado exclusivo para los invitados VIP colocaron la cereza en el pastel.
Agradecemos mucho la confianza que pusieron en nosotras (un colectivo que está naciendo para promover el desarrollo de las mujeres en esta industria). Ser parte de esta actividad ha sido hasta ahora la mejor experiencia de todas, y sobre todo poder ayudar fue nuestra parte favorita.
Compartir con personalidades de la industria, intercambiar contactos y hablarles de Costa Rica también fue increíble.
Aún nos quedan un par de eventos a los que queremos asistir el último fin de semana antes de volver a nuestro país: Un simposio el sábado y una copa el domingo, donde nuestro amigo Frederick de Verge Agri-Tech será juez.
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