Evitar el humo, producto de la combustión, es una de las principales razones para buscar alternativas y generar vapor directamente de la hierba.
Para tabaco conocimos el cigarro electrónico marca Blue en el 2012. Compañía que fue bien vendida a nuevas marcas de cannabis. Y justo como pasó con los cigarros electrónicos, las ventas de los "vaporizadores de weed" de marcas no reguladas, cayeron. Reportando los mismos daños a la salud ya descubiertos años atrás, además.
Así que continuamos la búsqueda y el 2013 conocimos al Arizer Solo. Completamos la investigación repasando cada uno de los modelos disponibles en ese momento y nos decidimos por esta versión tiesa de un vaso con pajilla. Todavía en el 2018 lo andábamos paseando en "smoke shops" para cambiarle la batería (ya no que no es accesible).
Es peligroso, y ya tiene mejores versiones.
Una versión familiar es el Vapir Rise:
Aún funciona. Recuerdo ir al MXM de Jacó solo a buscar bolsas para hornear pavo.
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